¡Hola lectores!
Ya se que todavía no es fin de año ya que ni siquiera ha terminado aún noviembre -aunque poco le falta- pero realmente tenía muuuuuchas ganas de traeros este book-tag y no quería esperar a diciembre. Además, he estado viendo versiones por otros blogs y canales de youtube y pues bueno, he decidido sumarme al carro, que me encantan este tipo de entradas temáticas. ¡Dentro tag!
Por cierto, NO HAY MES DE JUNIO porque era audiolibro favorito del año y nada, como no he leído ninguno, pues decidí saltarme la categoría directamente.
Radio silence, de Alice Oseman. Una novela juvenil contemporánea que me sorprendió y me gustó más de lo que me esperaba. Sincera, cercana, con temas muy actuales y una gran representación LGTB+. Muy recomendado.
El papel pintado amarillo, de Charlotte Perkins Gilman. Un relato corto pero totalmente inmersivo: con una atmósfera claustrofóbica, que sumerge de lleno en el descenso hacia la locura de la protagonista. Me quedé con ganas de que tuviera más páginas.
Este año me he animado con la Saga Vorkosigan, de Lois McMaster Bujold. Me encantan porque se pueden leer de forma más o menos independiente, y es un space opera en toda regla: aventuras, pero personajes profundos y bien construidos y un humor sutil pero presente que le da más profundidad a la obra. Mis favoritos siguen siendo Fragmentos de honor y Barrayar.
El fuego verde, Verónica Murguía. Este libro de fantasía es muy cortito y aunque no es perfecto, tiene algunos elementos que me han gustado mucho. Ese inicio, con las descripciones del bosque y del misticismo de su espesura; ese amor por los cuentos y las letras; esas referencias e inspiración de la fantasía y los mitos más clásicos.
El misterioso caso de Styles, de Agatha Christie. El único libro que he leído de la autora este año y a ver si me da tiempo a leer algo más antes de que acabe el año. Nunca decepciona esta mujer. En parte porque es muy corto, en parte por lo mucho que engancha y en parte por el estilo sencillo y directo, es una lectura que dura un suspiro pero que merece la pena.
Patria, de Fernando Aramburu. Realmente no llegué a hacer reseña de este autor, y es que aunque me gustó, creo que llevaba unas expectativas por las nubes que me chafaron un poco. De todas formas, creo que es de lectura obligatoria, además ahora estoy viendo la serie y me parece una maravilla.
Dracul, de Drace Stoker y J.D.Barker. No es un libro que de miedo como tal, ya que yo con el género del terror nada de nada. Si habéis leído mi reseña, sabéis que aunque al final tuve mis pegas con este libro, en conjunto fue una lectura que disfruté bastante y que me sumergió totalmente, así que aún con todo, la recomiendo.
El ruiseñor, de Kristin Hannah. Este libro lleva en mi estantería desde principios de año y no puede ser que todavía no lo haya leído. Con lo mucho que me encanta la autora, seguro que se convierte en una de mis mejores lecturas.
El corazón de Yamato, de Aki Shimazaki. Realmente, no es que tenga un final explosivo o que sobresalga especialmente sobre el resto de la historia, pero si que creo que muestra uno de los momentos de máxima emotividad de esta historia. De hecho, fue durante estas páginas finales que me arrancó unas lágrimas por lo bonito de la historia.