Autora: Madeline Miller
Editorial: Bloomsbury
Número de páginas: 352
ISBN: 9781408890080
Precio: 25 €
Puntuación: 8
-traducción libre-
En la casa de Helios, dios del Sol, nace una nueva hija. Pero Circe es una niña extraña -no es poderosa como su padre, ni terriblemente seductora como su madre-. Volviéndose hacia el mundo de los mortales para buscar compañía, descubre que sí tiene poder: el poder de la brujería, que puede transformar a sus rivales en monstruos y amenazar a los propios dioses.Sintiéndose amenazado, Zeus la destierra a una isla desierta, donde ella practica su oficio oculto, domestica bestias salvajes y se cruza en el camino de muchas de las figuras más famosas de la mitología, incluido el Minotauro, Dédalo y su hijo Ícaro, la sanguinaria Medea y, por supuesto, el astuto Odiseo.
Madeline Miller es la autora de La canción de Aquiles, libro del que no hay reseña en el blog pero que os digo desde ya que es una auténtica maravilla. En La canción de Aquiles la autora desarrollaba el mito de la Ilíada desde el punto de vista de Patroclo, amante de Aquiles.
Esta vez, la autora nos trae un nuevo mito de la mitología griega: la bruja Circe, hija del dios del Sol, exiliada a la isla de Aeaea.
Esta vez yo no estaba tan familiarizada con el mito de Circe como con el de Aquiles, y ha habido más cosas que me han sorprendido en el libro. Circe es famosa por su brujería, pues es capaz de convertir a hombres en animales y de domesticar a las bestias. Sobre todo, se la conoce porque en su viaje de vuelta a Ítaca, Odiseo paró en la isla de Aeaea, donde conoció a Circe, y se quedó allí con su tripulación durante todo un año.
Así que sí, Circe es un libro sobre mitología, que habla de dioses y de héroes, y que cuenta con personajes como Hermes, el Minotauro, Medea y Jasón, Sycilla, Glauco, Dédalo... y muchos otros. A lo largo de los siglos, Circe se va encontrando y participando de alguna forma en la vida de todos ellos. Estos encuentros también tendrán repercusión en su propia existencia como diosa, la ayudarán a madurar, a comprender el mundo que la rodea y a definir su propia naturaleza.
Sin embargo, Circe es mucho más que un mero desfile de personajes de mitos famosos, más que una simple historia sobre dioses griegos.
Circe es un libro que habla sobre la humanidad, sobre la divinidad, sobre el amor y la familia, sobre lo que significa ser mujer, sobre encontrar tu propio lugar en el mundo. Es un libro lleno de sentimientos y de reflexiones, que en general cuenta con un tono melancólico y varios toques feministas, pues la autora remodela a su manera totalmente el personaje de Circe.
Circe es un personaje que está atrapado. Encuentra placer en sus hechizos, en el bosque y en los animales, pero los hechos son que no puede salir de esa isla en la que se encuentra exiliada. Además, Circe se encuentra atrapada en su propia inmortalidad.
Madeline Miller tiene una forma muy pesimista de describir la divinad: los dioses en de este mundo son frívolos, son orgullosos y no piensan en nada más que en sí mismos. Circe se encuentra muy alejada de todo eso, se identifica más con los mortales. Pero todos los mortales que se cruzan en su camino no son más que un soplo en su larga existencia.
Lo que más me ha enamorado del libro es la gran capacidad que tiene la autora para desarrollar personajes en tan pocas páginas.
La evolución de Circe la vemos a lo largo de todo el libro, pero el resto de los personajes son perfilados con unas pocas palabras. Algunos tienen más páginas que otros, pero incluso a los que aparecen durante un período de tiempo muy corto Madeline es capaz de dotarlos de muchas caras.
Y, efectivamente, esto es lo que más me gusta de los personajes de este libro: ninguno es completamente bueno ni malo. Son personajes con muchas dimensiones y ángulos, que brillan por sus virtudes pero también por sus defectos.
Odiseo, por ejemplo. Astuto, lleno de cicatrices por la guerra, magnífico narrador de historias. Uno de los personajes más carismáticos e intrigantes que aparecen. Pero, al mismo tiempo, se corona como sanguinario, orgulloso y retorcido.
Creo que mis mayores pegas con este libro podrían ser el principio y el final. Los primeros capítulos serían un poco a modo de introducción, digamos que hay que pasarlos para que llegue la verdadera esencia de la historia.
El tramo final digamos que no me lo esperaba. También coincidió que esa parte la leí más a trompicones porque no tenía tanto tiempo, entonces me desenganché un poco. Hay cierta relación que yo veía demasiado rara, me tardé en acostumbrar y al principio no me cuadraba. Pero bueno, las últimas páginas volvieron a ser una delicia y al final me dejó muy buen sabor de boca.
En resumen: Circe es una obra que me ha vuelto a demostrar la capacidad de esta autora para tomar elementos de la mitología griega y hacerlos suyos, dándolos vida propia gracias a una pluma evocadora y unos personajes increíblemente reales.