¡He vuelto! + Lo que he leído estas vacaciones

¡Hola lectores!

Bueno, después de haber estado un par de semanas prácticamente desaparecida, sin subir entradas y sin apenas tiempo para pasarme por vuestros blogs, he de decir que ya estoy de vuelta de mi viaje y que me ha encantado. Pero bueno, ahora toca ponerse al día y volver a este rinconcito, ¡y lo estoy deseando!

Así que lo primero que os traigo es una entrada donde recopilo las lecturas que he hecho durante estas vacaciones, ya que me ha dado tiempo a leer bastante y no creo que pueda hacer una reseña individual para cada libro. ¡Allá vamos!

Después de leer The seven husbands of Evelyn Hugo, me había quedado con muchas ganas de volver a probar con esta autora.
Daisy Jones & The Six nos cuenta la historia de un grupo de música: sus orígenes y su nacimiento, su escalada hasta la cima y su posterior separación. Este libro está narrado puramente a través de diálogos, a modo de entrevista a los diferentes miembros de la banda. Por esta razón, se lee rapídimo y además resulta muy fácil para leerlo en inglés, ya que no hay narración.

Este libro toca multitud de temas: está muy presente la música, por supuesto, el proceso creativo de composición y de grabación de los discos, las giras, el alcohol, las drogas, los conciertos... pero no sólo todo esto. Esta autora tiene una capacidad especial para desarrollar personajes y las complicadas relaciones entre ellos. Lo que más disfruté de Daisy Jones & The Six, y por lo que brilla el libro, son las dinámicas entre los miembros del grupo. La amistad, la envidia, el amor, los celos, la camadería.

El trío protagonista, para mí, se lleva la palma: Billy, Daisy y Camille. La relación entre estos tres personajes me pareció asombrosa, desarrollada con muchísimo mimo y con una gran madurez. Creo que los tres son personajes muy carismáticos, que eclipsan a todos los demás y que brillan con luz propia, y toda la historia se construye en torno a ellos.

En definitiva, este es un libro perfectamente ejecutado, que no falla en ningún aspecto y que cala por sus personajes tan humanos. Eso sí, las expectativas estaban un poco por las nubes, y tampoco siento que se haya convertido en uno de mis favoritos de todos los tiempos.

Esta es la segunda parte de esta trilogía, cuya primera parte era Aleación de ley.
Creo que Sombras de identidad es más flojo que el anterior. Para empezar, se nos presenta una trama que, aunque entretenida, tiene poco o nada que ver con la trama del libro anterior. Vamos, que en este libro prácticamente no aparece el tío de Wax, y la trama nos presenta a un nuevo villano.

De esta forma, Sombras de identidad se convierte en un libro de transición. Tiene acción, se lee rápidamente y nuestros personajes evolucionan, pero parece que la historia avanzara poco o nada. Eso sí, tiene un final que deja con la boca abierta y unas cuantas revelaciones vitales para el transcurso de la historia.

Aunque creo que va a ser el menos relevante de la trilogía, tampoco es que sea un libro que sobre totalmente o que se haga pesado, sino que, simplemente, te deja un poco como al principio.

Tenía muchísima curiosidad por leer este libro desde que me enteré de su existencia gracias a un vídeo de Magrat Ajostiernos. 

Este es una especie de retelling del poema épico La Eneida. Sin embargo, esta vez la historia está contada desde un personaje que apenas tiene protagonismo en la obra original: Lavinia, la futura esposa del héroe Eneas. 

Para empezar, he de decir que este libro es bastante pausado y tiene un ritmo tranquilo. Sí, es cierto que entre otras cosas se nos cuenta una guerra, pero realmente Lavinia no es un libro que tenga acción a raudales, todo lo contrario. De hecho, creo que la guerra no es ni de lejos lo más importante de este libro, y desde luego es la parte que menos me ha interesado a mí.

Lo que mejor hace la autora con esta obra es reflejar las costumbres y el día a día de los latinos. Los sacrificios, los dioses, los rituales, las relaciones con los pueblos vecinos... creo que Leguin hace un trabajo excelente.  Además, la historia tiene un toque místico y de metaliteratura que a mí me encantó, creo que le ha dado un toque muy único y medio de leyenda al libro, lo que le va como anillo al dedo. 

También me pasó con esta autora que tenía claro que quería leer todo lo que escribiera después de lo mucho que me gustó su primer libro, Te dejé ir. He de decir ya de primeras que llevaba expectativas bastante altas y que aunque me ha gustado, para mí no ha estado a la altura del anterior. 

En este libro la protagonista, Zoe Walker, ve un día un anuncio en el periódico con su foto. Pronto descubre que ese anuncio está relacionado con una serie de crímenes que les están sucediendo a muchas mujeres en el camino al trabajo. Zoe pronto empieza a temer por su seguridad. La autora juega mucho en este libro con la sensación de estar siendo vigilado constantemente, con el miedo y la angustia hasta el punto de no saber si de verdad está pasando algo o es una paranoia de la protagonista. 

Una de las cosas que más me gustan de esta autora es que no descuida los personajes, todo lo contrario, son un pilar importantísimo de la historia y lo que hace que me mantenga enganchada a la historia desde casi el principio. 

En cuanto al final, he de decir que una de las revelaciones me dejó algo fría, pero como siempre la autora se tiene guardado un as en la manga y al final hay un giro que me sorprendió y me gustó bastante. Sin embargo, como ya he dicho, no me ha hecho sentir todo lo que me hizo sentir Te dejé ir, además de que los giros argumentales no me sorprendieron tanto ni me parecieron tan brutales. Pero bueno, como ya digo es un thriller que recomiendo y creo que todo lo que escribe esta autora merece la pena, lo que pasa es que me ha resultado inevitable comparar ambas novelas.  

Este es el último libro que leí mientras estaba de viaje, y me lo ventilé entre el aeropuerto y el avión.
El silencio de las palabras nos cuenta la historia de una niña china y su madre que emigran a Nueva York en busca de un futuro mejor, pero las cosas no son tan fáciles como parecen.

Alojadas en un piso que se cae a cachos, infestado de cucarachas y sin calefacción, con su madre trabajando todo el día en una fábrica de ropa y cobrando una miseria, la vida de ambas no va a ser nada fácil. Además, Kimberley, la protagonista, tiene que adaptarse a su nuevo colegio, a un idioma que todavía no maneja, y a la presión de saber que ella es la única que puede sacarlas a ambas de esa situación, a través de sus estudios.

Esta es una historia bastante dura, muy cruda y realista, que describe con gran precisión lo que significaba ser un emigrante chino en Estados Unidos en aquella época. De hecho, hubo varios momentos en la historia en los que tuve que hacer esfuerzos por aguantarme las lágrimas, porque me daba mucha pena y rabia lo que tenían que vivir madre e hija, y lo mucho que se esforzaban por salir adelante.

También tenemos de por medio una historia de amor, que me pareció muy tierna y un complemento perfecto para la historia. He de decir que la dirección en la que avanza esta relación y la forma en que termina me dejó un poco descolocada, sin tener claro si me había gustado aquel rumbo o no.

Recomiendo muchísimo El silencio de las palabras, creo que es uno de esos libros que hay que leer porque te hacen abrir los ojos. Además, es un libro escrito con una gran soltura, que se devora enseguida y que consigue emocionar.