¡Hola lectores!
Hoy os traigo una nueva entrada de la sección Through the looking glass, esta vez dedicada a esa parte de los libros que da mucho de que hablar: el final. Tristes o alegres, abiertos o cerrados, todo libro tiene uno y nos puede dejar más o menos satisfechos, y me refiero tanto al final en general (la forma de cerrar la trama) como las últimas palabras.
Sin duda, el final de un libro es casi su parte más importante, y para mí, desde luego mucho más que el principio. Un libro puede empezar con mal pie (que tampoco es recomendable, pero oye) y tener un final tan espectacular que cuando lo cierras piensas: ¡guau! Ha merecido la pena. Lamentablemente, también sucede al revés: estás leyendo una historia genial y cuando llegas al final, te quedas como... ¿y ya está? ¿tanto para esto? Este es un riesgo que sucede sobre todo en los thrillers o en las novelas policíacas, ya que muchas veces, no nos sorprenden o no son lo que esperábamos. En este género especialmente, el final lo es todo.
Y ya no hablemos de los finales de sagas o trilogías, que esos son los más complicados de todos... Cuantas veces habrá pasado que cuando lees el último libro de una historia que te encanta, resulta que no está a la altura de los anteriores o que deja bastantes cosas que desear. Sin duda, cerrar una trilogía o una saga para mí es una de las cosas más complicadas, y muchas me han decepcionado en su última parte.
Por último, os dejo los finales que más me han gustado, hablando tanto en general como con respecto a la(s) última(s) frase(s), y también aquellos que más me decepcionaron.
Finales que más me han gustado:
El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez: es un libro que me encantó de principio a fin pero es que además la última frase me pareció preciosa y que no podría haber sido más acertada:
Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.
-Toda la vida- dijo.
Requiem, Lauren Oliver: que se que es un final que decepcionó a muchos pero a mí no me pareció tan malo, aunque podría haber sido mejor, es cierto. Eso sí, la reflexión del final me llegó:
Todos vosotros, donde quiera que estéis, en vuestras ciudades caóticas o en vuestros pueblecitos. Encontrad la fortaleza que hay en vuestro interior, el punto donde el metal se fisura, las esquirlas de piedra que os colman el estómago. Os propongo un pacto: yo lo haré si lo hacéis vosotros, por siempre y para siempre. Derribad los muros.
Cometas en el cielo, Khaled Hosseini: cuyo final consiguió hacerme llorar, y eso que fue una única frase:
-Por ti lo haría mil veces más.
1984, de George Orwell: un libro que me fascinó de principio a fin y que el final sin duda es de lo mejorcito que hay (aviso que contiene spoilers): Pero todo había acabado bien, la lucha había concluido. Se había vencido a sí mismo. Amaba al Hermano Mayor.
Harry Potter y las reliquias de la muerte, J.K Rowling: La cicatriz llevaba diecinueve años sin dolerle. No había nada de qué preocuparse. Y así finaliza una de las mejores sagas de fantasía que he leído. Nada más que añadir.
Finales que menos me han gustado:
La cura mortal, James Dashner: El libro fue una decepción de principio a fin y ese final tan abierto, en el que no se resuelve nada... no me hizo ni pizca de gracia.
Leal, Veronica Roth: lo disfruté en su momento, pero si lo analizo objetivamente, fue bastante mediocre. Yo esperaba algo mucho más explosivo para cerrar la trilogía a lo grande.
Nunca digas nunca, Amy Lab: la historia en sí no está mal, pero dios mío, en mi vida he leído un final más precipitado, madre mía, es que en dos páginas se resuelve todo.
Legado, Christopher Paolini: a ver, antes de nada tengo que decir que amé este libro y amo la saga y todo eso. Sin embargo, como final pudo haber estado mejor. Me faltó algo de sangre y de drama en las últimas páginas, y los cabos que se quedan sin atar...
La Ilíada, Homero: yo flipé cuando llegué al final. En serio, pensaba que a mi libro le faltaban páginas, hasta lo busqué en internet porque me dije: NO puede acabar así. En serio, es que se acaba a la mitad, vamos, que te dejan totalmente a medias.