Título: Volverás a Alaska
Autora: Kristin Hannah
Editorial: Suma de letras
Número de páginas: 560
ISBN: 9788491292371
Precio: 20 €
Puntuación: 9
Alaska, 1974. Indómita. Impredecible.
Y para una familia en crisis, la prueba definitiva.
Ernt Allbright vuelve de la guerra de Vietnam convertido en un hombre distinto. Incapaz de mantener un trabajo, toma una decisión impulsiva: toda su familia comenzará una nueva vida en la salvaje Alaska, la última frontera.
Con apenas 13 años, su hija Leni ansía encontrar su lugar en el mundo, mientras que su mujer, Cora, estaría dispuesta a cualquier cosa por el hombre al que ama, aunque eso signifique seguirle en su aventura hacia lo desconocido.
En una inhóspita y remota esquina del país, los Allbright encontrarán una pequeña comunidad de hombres aguerridos y mujeres aún más fuertes en la que labrarse un nuevo futuro. Allí, Leni tendrá que madurar muy deprisa, enfrentándose al desafío de una naturaleza desmesurada y cruel, a lo que oculta su propia familia y a la tormentosa relación de sus padres.
No os imagináis las ganas que tenía de volver a leer a esta autora, después de que se colara durante 2 años consecutivos en mi top de mejores lecturas del año. Kristin Hannah siempre me toca la fibra sensible con sus historias, y Volverás a Alaska no ha sido la excepción.
Como dice la sinopsis, este libro nos presenta a Leni, una chica de 13 años, que forma parte de una familia desestructurada desde que su padre volvió de la guerra de Vietnam. Ya nunca ha vuelto a ser el mismo, tiene pesadillas, bebe y no logra conservar un trabajo. En un último y desesperado intento por encontrar un lugar donde empezar de nuevo, se le ocurre la loca idea de mudarse a la inhóspita Alaska.
Este libro está dividido en tres actos. Para mí, el primero funciona un poco a modo de introducción: nos presentan la situación de Leni y de sus padres y nos narra cómo llegan por primera vez a Alaska sin estar en absoluto preparados para la vida que allí les espera.
Alaska es un lugar maravilloso y hermoso, con un verano en el que los días no terminan nunca, una naturaleza salvaje e impresionante y una comunidad en la que todos se ayudan entre sí. Sin embargo, también es un lugar donde el invierno es terrible, peligroso, y no tiene piedad con nadie.
Desde el principio está claro que la ambientación va a tener mucho peso en la historia, y es una de las cosas por las que tanto me ha gustado este libro. Los paisajes de Alaska, el modo de vida de allí, el aprender a sobrevivir y a ser autosuficiente, la fauna y la flora... en fin, todo es fascinante, y se nota que la autora conoce bien cómo es la vida allí.
El segundo acto transcurre unos años después de la llegada de los Allbright a Alaska, cuando Leni ya tiene 18 años y están completamente asentados. Curiosamente, creo que fue por un lado la parte más alegre, y a la vez la parte más dramática.
El largo y solitario invierno de Alaska no tarda en sacar a la luz la peor cara de su padre. Creo que no es spoiler decir-se ve bien claro desde el primer capítulo- que la relación entre los padres de Leni es una relación de maltrato, así que ya os imaginaréis por dónde viene el drama. Creo que esta relación está genialmente llevada, con un gran realismo, y que la autora tiene un don único para hacer que comprendas la mezcla entre odio, amor, arrepentimiento, vergüenza y culpabilidad que sienten los personajes.
El tercer acto sería el acto de los sentimientos y de atar los cabos sueltos. De nuevo vuelven a pasar unos cuantos años, y la vida de Leni ha dado un cambio radical. Digamos que en esta parte Leni tiene que arreglar todos sus asuntos pendientes, y reconciliarse con su pasado: con su madre, con su padre, con su amor de la adolescencia Matthew, incluso con la propia Alaska. Para mí esta última parte fue la que realmente me llegó a la patata, me tuvo llorando durante todo el rato y me hizo recordar por qué me encanta tanto esta autora.
Kristin Hannah tal vez no tenga una pluma especialmente poética o con florituras, es más bien sencilla. Sin embargo, es asombroso como con frases directas y simples puede describir sentimientos y relaciones tan complejas como las que se establecen entre madres e hijas, amigos y amantes.
Así que sí, este es un libro que tiene mucho drama, y con el que probablemente vais a sufrir. Pero también es un libro que está lleno de esperanza, de segundas oportunidades, de nuevos comienzos y de encontrarte a ti mismo en las montañas heladas de Alaska.
Volverás a Alaska ha sido una lectura de sobresaliente. No sólo por su ambientación en la salvaje Alaska, que aporta muchísima riqueza al libro, sino porque, como siempre, la autora crea relaciones e historias entre los personajes que remueven los sentimientos de cualquiera.