Título: Whiplash
Director: Damien Chazelle
Guionistas: Damien Chazelle
Género: Drama, Música
Duración: 105 minutos
Puntuación: 8,5
Sinopsis:
Whiplash cuenta la historia de un joven batería quien intenta convertirse en un gran músico de jazz, y del brutal adiestramento al que se ve sometido por su instructor
Opinión personal:
Whiplash es una película que, a pesar de haber recibido 3 Oscars, apenas ha tenido éxito en los cines y muy poca gente la conoce. En realidad no lo entiendo demasiado, ya que me parece una película estupenda y que, desde mi punto de vista, podría haber ganado perfectamente el Oscar a mejor película.
El protagonista de Whiplash es Andrew Neiman, un chico que toca la batería en uno de los mejores conservatorios de música de Nueva York. Andrew está totalmente centrado en ser el mejor, en ser grande, en que su nombre sea recordado, y está dispuesto a cualquier cosa para conseguirlo. Vive por y para la música. Rápidamente ingresará en la banda dirigida por Terence Fletcher, el director de orquesta conocido por su increíble dureza. Pronto, Andrew se dará cuenta de que llegar a ser el mejor no es nada fácil y el esfuerzo que tendrá que hacer no será pequeño.
Aunque el jazz no es mi estilo favorito, la película se disfruta igual. El argumento es sencillo y no destaca por su complejidad, pero está maravillosamente llevado. Transcurre de forma intensa, imparable y real, como si la pantalla absorbiera todo lo demás. Durante la hora y veinte minutos que dura la película, te olvidas del mundo y te metes de lleno en la trama, y lo demás pasa a un segundo plano.
El principio es más lento y pausado, sirve para ponernos en contacto con la situación de Andrew, y las cosas van sucediendo sin prisa. Pero, llegados a un punto, la historia comienza a coger un ritmo increíble y resulta imposible apartar los ojos de la pantalla. Los problemas llegan uno detrás de otro, los personajes van tomando su verdadera forma y desde luego el film llega a su máximo esplendor y ya no decae en ningún momento.
La mejor palabra que describe la experiencia entera es tensión. Sí, tensión. Sin ser una historia de acción y sin grandes momentos dramáticos, consigue mantenerte al borde del asiento durante todo el tiempo. Es como si durante toda la película el espectador estuviera conteniendo la respiración y cuando aparecen los créditos por fin pudiera soltarla de golpe.
De hecho, no me di cuenta de que estaba tan en tensión hasta que terminó, y entonces por fin pude empezar a relajarme.
Los dos actores principales lo hacen de maravilla. Reflejan perfectamente las psicologías de los dos personajes y permiten que el público conecte con ellos rápidamente. Por ejemplo, el personaje de Terence. Mi perspectiva sobre él evolucionó bastante a lo largo de la película. Ya fuera para bien o para mal, me di cuenta de que no todo era blanco o negro y de que aunque había cosas en las que estaba equivocado, también había otras en las que tenía razón.
Andrew, por su parte, consiguió que me pusiera en su situación desde el primer momento. Sus ilusiones, su sufrimiento, su ambición... todo lo plasmaba genialmente en la pantalla. Aunque no es un personaje con el que yo me sienta identificada, sí es un personaje que comprendes perfectamente y que podrías ponerte en su situación.
Resumiendo, Whiplash es una película que no me ha decepcionado y que ha cumplido todas mis expectativas. Pone los sentimientos a flor de piel y consigue que durante un rato te olvides del mundo exterior. Personalmente no puedo sacarle ningún fallo más que tal vez el principio es lo más lento. Me parece una película estupenda que debería tener más fama entre el público y que recomiendo a todo el mundo, tanto a los que aman el jazz como a los que no.