Título: Warcraft: El origen
Director: Duncan Jones
Guionistas: Charles Leavitt
Género: Fantasía, acción
Duración: 123 minutos
Puntuación: 6
El pacífico reino de Azeroth está a punto de entrar en guerra para enfrentarse a unos terribles invasores: orcos guerreros que han dejado su destruido mundo para colonizar otro. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército se enfrenta a la destrucción, y el otro, a la extinción. Dos héroes, uno en cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino de su familia, su pueblo y su hogar. Así empieza una espectacular saga de poder y sacrificio donde se descubren las numerosas caras de la guerra y donde cada uno lucha por lo suyo.
Antes de nada, en mi vida he jugado al videojuego y me decidí a ver la película sin conocer absolutamente nada sobre ella, ni el mundo donde se desarrolla. Por lo tanto no voy a hablar de la película como adaptación. Y sí, es una película que se disfruta aunque no seas un fan del videojuego.
El panorama es el siguiente: nos encontramos en un reino donde conviven humanos, elfos y enanos –y no sé si alguna raza más- que se enfrenta a la invasión de los orcos, ya que su propio mundo ha sido destruido. El líder de los orcos, además, controla una poderosa magia a la que llaman el Fel que amenaza con destruirlo todo.
El argumento tampoco es que sea el colmo de la originalidad. Además, se nos dan pocos detalles de este mundo a los que no lo conocemos de antemano, sólo algunas pinceladas y muchas cosas se tratan por encima y no se explican bien. Por ejemplo, el tema de la magia y de cómo está organizada es algo que prácticamente te lo tienes que imaginar, pues quitando las conversaciones sobre el Fel, no te aclaran demasiado.
Las escenas de acción tienen algunos clichés típicos, y no falta la lucha entre el Fel, que sería algo así como la magia oscura, y la luz.
Aun así, es una película muy aceptable para pasar un buen rato si no se llevan unas altas expectativas. Es amena, con buenos efectos especiales y un argumento bastante sólido aunque no demasiado original, que también se entretiene en analizar un poco a sus personajes.
Tal vez con el que menos llegamos a conectar sea con el líder de los humanos, a pesar de ser muy protagonista, una pena porque el actor que lo interpreta es un actorazo y el personaje tenía potencial, pero apenas sabemos nada de él. En este aspecto, están mucho más desarrollados los orcos. Sin embargo, no me quejo, pues comparada con otras películas de este género, han hecho un buen trabajo.
También esperé un poco más de interacción entre el líder de los orcos y el líder de los humanos, cosa que no encontré hasta muy al final –y ni eso- pero supongo que eran mis propias ideas.
Warcraft: El origen es una película que seguro que te gustará si te gusta el género de la fantasía, aunque no hayas jugado al videojuego ni sepas nada sobre él. Sin embargo, no es cuestión de pedirle peras al olmo y no deja de ser una película de acción, entretenida, pero que no va más allá.