Título: Mi lista de deseos
Autora: Lori Nelson Spielman
Editorial: Umbriel
Número de páginas: 352
ISBN: 9788492915644
Precio: 17 €
Puntuación: 7,5
Brett Bohlinger tiene un buen trabajo, un amplio loft, un novio
irresistible. Parecería que no puede pedirle nada más a la vida. Pero su
madre muere dejando un testamento con una condición única: para recibir
su herencia, Brett debe completar la lista de objetivos que ella misma
había escrito en un diario íntimo cuando tenía catorce años. Brett no
consigue entender la decisión de su madre. Sus ilusiones de entonces no
tienen nada que ver con sus ambiciones a los treinta y cuatro años.
Algunas parecen imposibles: ¿cómo puede establecer una relación con su
padre, que murió siete años antes? Otros, como ser una maestra
maravillosa, le exigirían cambiar toda su vida. ¿Y qué hay de tener un
bebé, o tal vez dos? ¿Y de enamorarse? Pero a medida que Brett se
embarca en ese desconcertante viaje en busca de sus sueños adolescentes,
va dándose cuenta de que los regalos más maravillosos de la vida tal
vez se encuentren en los sitios menos pensados.
Mi lista de deseos nos presenta a
Brett Bohlinger, mujer de 34 años cuya madre, a la que estaba muy unida, acaba de fallecer. Por si fuera poco, el día que Brett se reúne con su abogado para hablar de la herencia, descubre que su madre ha dejado una serie de instrucciones muy claras:
sólo recibirá su herencia si cumple los propósitos de una lista de deseos que escribió a los 14 años, y que ella ha guardado durante tantos años.
Este libro ha sido todo lo que esperaba de él. Lo escogí con la idea de leer algo ligerito, que no me costara demasiado esfuerzo,
ágil y fresco, que me enganchara y que, ya de paso, me tocara la fibra sensible en algún que otro momento. He encontrado en
Mi lista de deseos todo lo que quería.
La premisa de la que partía me llamaba mucho la atención. La protagonista,
Brett, no sólo tiene que pasar por el duelo de haber perdido a su madre, sino que además, de pronto tiene que poner toda su vida patas arriba si quiere recibir su herencia. ¿Por qué su madre dejó esas instrucciones a su muerte? ¿Por qué querría que de pronto se comprara un perro, un caballo, que tuviera hijos, que se comprara una casa... cuando ni siquiera ella misma ya soñaba con eso? ¿O es que, en realidad, su madre la conoce mejor de lo que piensa?
Algo que he agradecido enormemente es
lo rápido y lo bien que se lee este libro. Las páginas se pasan volando, la narración es sencilla y sin complicaciones y el ritmo constante. Además,
me enganchó de mala manera, sobre todo al principio.
Y algo que me sorprendió y que no esperaba encontrar es que además me hizo reír bastante, fue una lectura muy divertida y me lo pasé como una enana. Yo esperaba más drama, más sentimientos por todos los lados y muchas reflexiones sobre la relación madre-hija, y aunque también hay de esto, el tono desenfadado y divertido de la historia me ha sorprendido para bien.
Brett, la protagonista, es una mujer que se ha acomodado a la vida que lleva y ya no quiere salir de su zona de confort. Tiene un buen trabajo en la empresa de su madre, tiene un novio en apariencia perfecto, un bonito apartamento... en fin, la vida que todos esperan que lleve. Y ella misma también cree que es feliz, hasta que llega la dichosa herencia.
La evolución que sufre Brett es notable. Al principio de la novela se ecuenctra confundida, enfadada con su madre, convencida de que esa lista de deseos va a arruinar su vida. Y sí, en efecto, su vida se empieza a resquebrajar a raíz de dicha lista, pero es que Brett tendrá que empezar a replantearse muchas cosas.
¿Es realmente feliz con la vida que lleva? ¿Era eso realmente todo lo que deseaba?
Este libro plantea un problema muy real: quedarse en lo seguro, en lo cómodo, aunque realmente no sea lo que deseemos, por miedo. Tener el valor de tirar todo por la borda y de perseguir los sueños, aún cuando pueden no cumplirse, aún cuando todo puede salir mal, no es cosa fácil.
La única pega que le pongo es que el final tal vez es un poquito rápido e idílico, fue quizás lo que más me chirrió, pero igualmente se acepta porque el tono del libro es así. Tal vez el libro no llegó a emocionarme ni a tocarme la fibra sensible tanto como lo esperaba, pero esto se ha suplido con una buena dosis de humor.
The life list es un libro que me ha gustado mucho, ágil, rápido de leer, divertido e incluso emotivo. Lo recomiendo totalmente para pasar un buen rato, para desconectar, además de que el dilema que plantea es algo que nos puede ocurrir a todos.