Título: El amante japonés
Autora: Isabel Allende
Editorial: Plaza Janés
Número de páginas: 352
ISBN: 9788401015724
Precio: 21 €
Puntuación: 8,5
A los veintidós años, sospechando que tenían el tiempo contado, Ichimei y Alma se atragantaron de amor para consumirlo entero, pero mientras más intentaban agotarlo, más imprudente era el deseo, y quien diga que todo fuego se apaga solo tarde o temprano, se equivoca: hay pasiones que son incendios hasta que las ahoga el destino de un zarpazo y aun así quedan brasas calientes listas para arder apenas se les da oxígeno.
Este libro me llamó la atención nada más ver la portada, y eso que para cuando lo vi por primera vez, todavía no había leído nada de la autora, pero sabía que tenía que ser mío sí o sí. Fue como amor a primera vista y me alegra decir que no me equivoqué al elegirlo.
Narra dos historias paralelas y relacionadas entre sí: por una parte, nos habla Irina Bazili, una joven que ingresa como cuidadora en una residencia de ancianos. Allí conocerá a Alma, una anciana toda carismática y misteriosa, con un pasado que oculta muchas cosas y a su sobrino, Seth. Poco a poco, entre Irina y Seth se entabla una profunda amistad y juntos se decidirán a desvelar los secretos del pasado de Alma, que ella guarda tan celosamente.
La historia del presente, la narrada desde el punto de vista de Irina, se intercala con los episodios del pasado de Alma y al principio no se me hizo tan interesante y me pareció que dificultaba un poco el hilo, pues en un capítulo te encontrabas totalmente metida en la historia de Alma y al siguiente tenías que volver al presente, lo que a veces no me hacía ninguna gracia. Sin embargo, poco a poco comienza a coger fuerza y a marcar su propia personalidad, y terminó por engancharme igual que la otra. Irina nos habla de las dificultades del presente, del amor, de sus miedos, de la desconfianza y de sus propios fantasmas, que tendrá que superar a lo largo de la historia.
Y luego está el pasado de Alma, que es lo que realmente me maravilló. Su historia de amor con Ichimei es apasionada, auténtica, prohibida, nace poco a poco y a lo largo de los años y es fruto de la amistad y de una infancia común. Y a pesar de su amor, el destino se empeñará en llevarles por caminos diferentes, en separarles y volverles a juntar de forma intermitente, impidiendo que puedan vivir su amor de forma plena pero sin conseguir que este llegue a extinguirse. También sus vidas por separado son de lo más interesantes y la ambientación contribuye a ello. Es, probablemente, el punto más fuerte del libro y lo que le da encanto. A través de Ichimei, Alma y Nathaniel descubrimos este mundo pasado lleno de dificultades para unos y para otros, crecemos junto a ellos y les acompañamos en los buenos y en los malos momentos.
Los personajes principales son todos excepcionales y cada uno está muy bien marcado y definido, todos tienen historias pasadas, tormentos e intereses propios que les diferencian, les hacen únicos y muy humanos.
El final únicamente remata una historia que ya de por sí sola merece la pena, y desde luego está totalmente a la altura. Tiene ese toque mágico tan característico de la autora que lo hace muy emotivo, pero que no desentona para nada con el resto de la narración.
En conclusión: El amante japonés es una lectura que recomiendo a todo el mundo, que trata multitud de temas aunque principalmente se centra en una historia de amor poco convencional. Los personajes, la ambientación, el estilo y el final, nada decepciona.