Reseña: Futuros perdidos, Lisa Tuttle

Título: Futuros perdidos
Autora: Lisa Tuttle
Editorial: Gigamesh
Número de páginas:224
ISBN: 9788416035540
Precio: 17 €
Puntuación: 6

Las muchas vidas de Clare Beckett . Una exploración metafísica del jardín de los senderos que se bifurcan. 

Clare Beckett es una mujer madura acosada por las consecuencias de una negligencia juvenil, y sueña febrilmente con escapar a un mundo en el que las cosas hubieran sido diferentes. Pero sus sueños son tan vívidos que llega a experimentar otras vidas, futuros perdidos que ponen en entredicho su cordura...
Futuros perdidos propone un viaje de exploración al interior de la conciencia en uno de los vehículos narrativos de mayor calado filosófico: la posibilidad de explorar el árbol probabilístico de la teoría de los muchos mundos y acceder a otras líneas argumentales de nuestra propia vida.

Tenía muchas ganas de leer Futuros perdidos, y ya que este año estoy intentado ponerme las pilas con la ciencia ficción, parecía el momento perfecto para hacerlo.

Este es un libro inquietante y raro, eso queda claro desde la premisa. Diferente a todo lo que he leído. Clare Beckett lleva una vida monótona, sin sobresaltos, sin nada destacable ni grandes proyectos de futuro. A menudo tiene sueños de otras vidas posibles, de lo que podría haber sido si hubiera tomado otras decisiones en el pasado... y esos sueños cada vez se vuelven más vívidos y recurrentes, hasta el punto de que empieza a costarle diferenciar qué es real y qué no.

Diría que Futuros perdidos es un libro que, durante su primera mitad, sugiere y expone. Te introduce a la idea de los mundos paralelos en los pequeños detalles: un sueño muy vívido, un recuerdo inexistente que de repente parece real, la sensación de estar habitado por otra persona. Es sutil, se va desarrollando poco a poco y la primera mitad puede hacerse hasta algo lenta, porque la autora no parece decidirse a soltar de lleno a nuestra protagonista en ese galimatías de vidas alternativas. Va dando pasitos muy cortos. Eso sí, la autora tiene la capacidad para que ciertas escenas cotidianas, para que detalles insignificantes, se vuelvan tenebrosos e inquietantes, te dejen con un mal sabor en el cuerpo.



La segunda mitad es sin duda la que más atrapa y la que más he disfrutado. Es donde viene lo bueno: las realidades alternativas se superponen, se mezclan unas con otras. Ya no sabes qué es cierto y qué no. Vemos el descenso hacia la locura de Clare Beckett, y resulta agobiante, aterrador por momentos. ¿Realmente está loca? ¿O tiene razón y efectivamente se encuentra atrapada cada vez en una vida diferente? ¿Qué recuerdos de los que tiene han pasado de verdad y cuáles no? Esa duda de si realmente nuestra protagonista está loca o está atrapada es lo que más me ha gustado, y a la vez, lo que más incómoda me ha puesto. Es escalofriante.


A pesar de todo esto, coincido con las personas que dicen que este libro no es de terror, aunque está catalogado como tal. No esperéis una historia terrorífica, aunque pueda resultarlo en algunos momentos. Futuros perdidos se centra más en las oportunidades perdidas y en los errores del pasado, en el arrepentimiento. Es cierto que durante la segunda mitad se mete de lleno en la fantasía y en las realidades alternativas, pero creo que el final confirma que se centra más en lo primero.

Precisamente creo que es el final lo que más descolocada me ha dejado. Esperaba un final más en la línea de la segunda mitad, algo macabro y que me dejara pensativa y angustiada por lo que acababa de leer. Sin embargo, me encontré un final que casi retorna a la normalidad, un final bastante light para el tono oscuro que estaba tomando la historia. Creo que me hubiera gustado más si hubiera seguido por ese camino, si hubiera sido un final que dejara con esa sensación terrorífica que cada vez se había ido intensificando más. Para mí, fue un poco anticlimático y redujo el impacto de la historia en general.

Futuros perdidos es un libro de ciencia ficción muy distinto, centrado en las realidades alternativas o paralelas. Tarda un poco en arrancar, y se centra en los pequeños detalles, sugiere más que otra cosa. A medida que avanza el tono oscuro e inquietante se intensifica y la ciencia ficción se entremezcla con la locura. El final para mí no está a la altura, ya que esperaba algo con más impacto y que siguiera en esa línea cada vez más angustiante.