Película: La cumbre escarlata

Título: La cumbre escarlata
Director: Guillermo del Toro
Guionistas: Guillermo del Toro
Género: Drama
Duración: 119 minutos
Puntuación: 7,5

Como consecuencia de una tragedia familiar, una escritora es incapaz de elegir entre el amor de su amigo de la infancia y la tentación que representa un misterioso desconocido. En un intento por escapar de los fantasmas del pasado, se encuentra de pronto en una casa que respira, sangra… y recuerda.

La cumbre escarlata me llamó la atención desde el primer momento por su reparto, y después, por las críticas que había recibido que eran un tanto dispares. 

Lo primero que destaca de esta película, y que es uno de sus mayores puntos fuertes, es su estética, que simplemente es espléndida. Los vestuarios, los paisajes, el ambiente, cada decorado, todo está muy cuidado y contribuye a sumergir al espectador en la historia desde el principio. Era uno de los mayores halagos que había oído de esta película y sin duda, en ese aspecto no defrauda. 

En segundo lugar, no puede dejarse de mencionar el reparto. En mi opinión, el reparto es fantástico y todos se amoldan perfectamente a sus personajes. En ese sentido, yo no he tenido ninguna queja, ninguna actuación me ha parecido forzada o fuera de lugar. 

La historia tiene un tono gótico y misterioso que te anima a continuar. Tampoco es que te mantenga al borde del asiento, pero desde el principio la intriga está muy presente, y los personajes de Thomas y Lucille, enigmáticos desde la primera secuencia y por supuesto, llenos de secretos oscuros que habrá que ir desvelando poco a poco. Una cosa que me echaba para atrás antes de ver la película era el tema de los fantasmas. Al principio consideré no verla porque en serio, no importa lo ridículos que sean o lo previsibles que sean los sustos, yo con las películas de miedo no puedo dormir por las noches, da igual si son malas hasta decir basta. Luego oí que no era de miedo, sino de misterio con la aparición de fantasmas en ciertos puntos, así que me animé. Menos mal que puedo decir que en efecto, esta película no es de miedo, ni pretende serlo, aunque tenga algunas escenas en las que pueda parecerlo. Si alguien va con la intención de llorar de miedo, ya os digo que os habéis equivocado de película totalmente. 

La pega principal de La cumbre escarlata, yo creo, es que mucha gente fue a verla esperando otra cosa, una película de miedo por ejemplo, y luego se llevó un chasco. En mi caso, fue justamente al revés. Me alegró encontrarme lo que me esperaba. Lo que más chirría es que el argumento es bastante previsible. No desde el primer momento, claro está, pero la verdad es que llega un punto de la película en el que está bastante cantado. En ese sentido, no es demasiado original y uno ya puede adivinar el final o la forma en que se va a resolver todo. De todas maneras, hay acción, tensión y sangre a raudales en las últimas escenas por lo que, aunque el misterio tal vez no era todo lo que se podía esperar de él, la acción hace que nos olvidemos un poco de ello. 

En resumen: La cumbre escarlata es una película que me ha gustado, he encontrado lo que esperaba: misterio, personajes intrigantes y una buena dosis de fantasmas pero nada de terror. El final es algo predecible, pero igualmente, es una película que recomiendo.