Reseña: Tess, la de los d'Urberville

Título: Tess, la de los d'Urberville
Autor: Thomas Hardy
Editorial: Alianza
Número de páginas: 500
ISBN: 9788420675305
Precio: 11 €
Puntuación: 7

Tess, la de los d'Urberville, retrata la vida rural del sur de Inglaterra a través de la figura de la protagonista, descendiente de una familia aristocrática empobrecida. Forzada por un aristócrata y condenada por una sociedad de moral estricta, Tess se rebela contra el destino que se le impone guiada por su innata independencia, su incapacidad de comprender el doble rasero con el que se juzga la conducta de los sexos y, sobre todo, por sus deseos de alcanzar la felicidad.

Hace un par de años leí Lejos del mundanal ruido, de este autor, y quedé encantada con la historia. Teniendo claro que quería repetir con el autor, me decidí por la historia de Tess, la de los d'Urberville. 

La protagonista del libro es Tess, una joven hija de campesinos bastante humildes que descienden de la antigua familia d'Urberville, que antiguamente fue un linaje poderoso y rico, pero que ahora está extinto. Tess es una muchacha sencilla, preocupada por su familia y por su futuro, tierna y pura como ella sola y con un corazón enorme. 

Será su apellido lo que marque el inicio de su desgracia: sus padres, movidos por la ambición, la animan a ir a visitar a unos d'Urberville mucho más acomodados que ellos en función de parientes lejanos. Será aquí cuando Tess conozca a Alec d'Urberville, que, una vez que pone sus ojos sobre ella, ya no puede pensar en otra cosa. 

Este libro tiene un tono mucho más deprimente y una historia mucho más dramática que Lejos del mundanal ruido, aunque ya venía yo avisada de esto. Desde el inicio queda claro que el futuro de Tess no es prometedor, y en el momento en el que cruza su camino con Alec, su vida queda marcada para siempre. Tess tendrá a partir de ese momento un pasado del que avergonzarse y del que sentirse culpable, un pasado que no le permite volver a ser la misma de antes y mucho menos conseguir un matrimonio ventajoso. 

De nuevo este es un libro que tiene un tono pausado, sin apenas acción. Priman las descripciones de los valles, los bosques y los campos agrícolas, descripciones que ponen de manifiesto la exquisita pluma del autor y su maestría para relatar. Se nos narra el día a día de Tess, primero en la casa de sus padres, y más tarde en la vaquería ordeñando vacas. 

La crítica que hace el autor de la sociedad de la época es digna de admiración. Que reflexione sobre esa moral hipócrita e injusta sobre todo con las mujeres es todo un mérito. Ya me sorprendieron los toques feministas y adelantados a la época en la lectura anterior, y aquí me he vuelto a encontrar con lo mismo, si bien con un tono mucho más devastador. 

Mi parte favorita sin duda fue la del medio, una vez que perdemos de vista a Alec d'Urberville y Tess conoce a Ángel, un chico que trabaja en la misma vaquería que ella. Esta es la parte más alegre del libro, que está dominada por el amor creciente entre ambos, y la que más pude disfrutar. 

A partir de aquí, de nuevo la historia se vuelve sombría, casi desesperante, muy oscura. De hecho, la parte final me costó terminarla. Entre lo deprimente de la situación y la pena que me daba la pobre Tess, y que fui un poco menos constante en la lectura que al principio, se me hizo algo cuesta arriba. El final es acorde con la evolución de la historia: trágico y sin perdices, como no podía ser de otra forma. 

En resumen: Tess, la de los d'Urberville ha sido el reencuentro que me esperaba con este autor. No me ha gustado tanto como la anterior lectura simplemente porque la historia es mucho más triste, pero tengo claro que volveré a recurrir a Thomas Hardy cuando me apetezca drama.