TTLG: Leyendo clásicos

¡Hola lectores!

Aquí vengo otra vez con Through the looking glass, sección que hacía ya un rato que no escribía.
Esta vez me apetecía hablar de los clásicos, los famosos clásicos. Creo que le primera vez que pensamos en leer un clásicos, a todos nos entra un poco de miedo. Por lo menos ese fue mi caso. Al principio, cuando pensaba en clásicos me había hecho a la idea de que iban a ser lecturas costosas, difíciles de entender, con poca acción, aburridas en su mayor parte y con un vocabulario difícil.
Pues bien, todo esto es verdad a veces, pero llegó un momento en el que me di cuenta de que los clásicos no eran diferentes del resto de los libros.

Puedes encontrarte libros aburridos, lentos, complicados, tostones, con más de cien mil páginas, que pueden ser tanto clásicos como no clásicos. En mi caso, mi principal problema fue que les tenía mucho respeto. Eso sí, una vez que me animé con ellos, ya no he vuelto a dejar de leerlos. Les perdí el miedo y me alegro de haberlo hecho, porque gracias a ello he descubierto lecturas apasionantes, y algunas de ellas se han quedado entre mis favoritas.

Aquí os dejo los clásicos que más me han gustado y que han pasado a estar en el top de mis libros favoritos. No sé si todos son exactamente clásicos, algunos pueden ser más actuales:

Orgullo y prejuicio, Jane Austen: creo que este fue uno de los primeros clásicos con los que me animé y aunque al principio se me hizo un poco raro el vocabulario de la autora, pronto me acostumbré. La historia de amor me encantó, y de momento sigue siendo mi favorito de la autora.

Cien años de soledad, Gabriel García Márquez: no sé si puedo decir que estrictamente sea un clásico, pero yo lo pongo de todas formas. Este autor me encanta, pero Cien años de soledad fue simplemente asombroso, a pesar de que me tuve que hacer un árbol genealógico para no perderme con los personajes.


Peter Pan, J.M Barrie: cuando terminé este libro no me gustó tantísimo, pero es ese tipo de lecturas que cuanto más pasa el tiempo más te das cuenta de lo buenas que son.


1984, George Orwell: este creo que es uno de mis libros favoritos del mundo, mi cabeza explotó cuando lo leí, y aunque tiene tramos un poco más densos, me mantuvo atrapada en todo momento.


Un mundo feliz, Aldous Huxley: se parece en los aspectos básicos a 1984 pero me conquistó por sus propios medios. 

Romeo y Julieta, William Shakespeare: una lectura de la que no esperaba mucho, la verdad sea dicha. Pensaba que se me iba a hacer bastante pesado y complicado de leer, y aunque el lenguaje no es fácil, la verdad es que me lo terminé enseguida porque me enganchó un montón.

El principito, Antoine de Saint-Exupéry: con este libro me pasa un poco como con Peter Pan, que cuanto más lo pienso, más me gusta, a pesar de que lo leí hace ya un tiempo. Es un clásico que tengo muchas ganas de releer.