Película: Mujercitas (1949)

Título: Mujercitas
Director: Mervyn LeRoy
Guionistas: Andrew Solt
Género: Drama
Duración: 122 minutos
Puntuación: 10

-contiene spoilers-

Mientras su padre está en la guerra, cuatro jóvenes hermanas de caracteres muy diferentes realizan un aprendizaje, a veces doloroso, a veces fascinante, de la vida y del amor. A medida que van creciendo, abandonan, una a una, el hogar familiar para casarse y crear su propia familia. En casa sólo se queda Jo, que quiere ser escritora, y para conseguirlo se traslada a Nueva York, donde, gracias a su tenacidad y esfuerzo logra publicar su primera obra. Además, a pesar de estar convencida de que para ella el tiempo de la felicidad ya ha pasado, en Nueva York encontrará también el amor.

Cuando era pequeña solía ver a menudo esta película con mi familia, pero hacía ya bastante tiempo que no la había vuelto a ver, tanto, que prácticamente no me acordaba de casi todas las cosas que pasaban y ha sido como si la volviera a ver de nuevo. 

Mujercitas nos narra la historia de cuatro hermanas, desde que son prácticamente unas niñas hasta que crecen, se hacen adultas y encuentran su propio camino en la vida. Aunque en la película este período de tiempo parece bastante menor, ya que las actrices aparentan más edad desde el principio y en general, no da la sensación de que hayan pasado tantos años. 

En general, se podría decir que Mujercitas es una historia de amor. Sin embargo, no esperéis ver tampoco algo demasiado dulce o cursi, nada de eso. Además, se tratan también otros muchos temas, tanto o más importantes: la amistad, la familia, los amigos, la pobreza, el altruismo... 

La película tiene un tono tranquilo, ya que no pretende contar una historia con grandes acontecimientos ni que tenga mucha acción, sino que nos habla del día a día, de los aspectos cotidianos de la vida. 

Sobre todo, esta es una historia de personajes. Las cuatro hermanas (Meg, Jo, Amy y Beth) tienen personalidades muy diferentes y muy marcadas. Cada una tiene sus defectos, sus virtudes, y todas viven sus aventuras y tienen sus propios problemas. De entre todas ellas, cabe destacar el personaje de Jo, que sería la auténtica protagonista. Rebelde, indómita, feminista, moderna, independiente y sobre todo, con una mentalidad muy libre para aquella época. Jo se comporta como un chico, anhela poder ganar dinero por sí misma y no tener que depender de los demás y sobre todo, no tiene ningún interés en el amor y todos esos líos. Su verdadero sueño es ser escritora, y a ello se va a dedicar en cuerpo y alma, a pesar de las muchas complicaciones que le van a surgir. 

No hay mucho más que pueda decir de esta película pues simplemente me parece maravillosa, profunda y sincera y llena de sentimientos, con personajes muy reales y una historia que aunque es totalmente normal, emociona. Además, mentiría si dijera que no estuve llorando por lo menos durante la mitad de las escenas. 

La recomiendo totalmente, tanto a niños como a adultos, y solo puedo decir que la veáis, porque merece muchísimo la pena.