Película: Love, Rosie (Los imprevistos del amor)

 
Título: Los imprevistos del amor
Director: Christian Ditter
Guionistas: Juliette Towhidi
Género: Comedia, romance
Duración: 102 minutos
Puntuación: 7,5

Rosie y Alex son los mejores amigos del mundo, pero se separan cuando Alex y su familia se mudan desde Dublín a América. ¿Podrá sobrevivir su amistad a través de los años y los kilómetros? ¿Serán capaces de arriesgarlo todo por el amor verdadero?

Antes de nada, decir que no he leído el libro -de hecho, no sabía que era la adaptación de un libro hasta que terminé de verla- por lo tanto no voy a hablar de esta película como adaptación, sino de forma totalmente independiente del libro.

Los imprevistos del amor narra la historia de Rosie y Alex, que son mejores amigos desde que eran pequeños, lo son todo el uno para el otro. Sin embargo, la amistad entre ambos corre peligro cuando llega el momento de ir a la universidad. Aunque sus planes eran irse juntos, las cosas se tuercen: Alex se va a vivir a América y por razones que serían spoiler, al final Rosie tiene que quedarse en Dublín.

No suelo ver muchas comedias románticas porque rara vez me gustan, más bien, suelen sacarme de mis casillas. Pero esta película me ha gustado más de lo que esperaba, y me ha sorprendido en más de un sentido.


Lo primero, me he divertido un montón viéndola gracias a Rosie, la protagonista indiscutible. Aunque puede pecar de ser muy alocada en ciertos aspectos, no puedes dejar de tomarla cariño por todas sus aventuras y sus meteduras de pata.
Lo segundo, Los imprevistos del amor ha tomado un rumbo que no me esperaba para nada, y no lo digo como algo malo, sino todo lo contrario. Digamos que la película se ha ido por un camino que no es el típico de los romances juveniles.
En parte esto se debe a que no sólo habla de un amor adolescente (que era lo que yo me esperaba) sino que también habla del amor adulto, pues transcurre a lo largo de muchos años. Y tampoco hablar sólo del amor, sino que toca otros muchos temas de la vida en general.

Una pega que tengo que ponerle son las novias que se echa Alex. En serio, es que son estereotipos con patas: la típica rubia guapísima pero tonta. Y ya. Se acabó la personalidad. Además, en una ocasión llevan este cliché hasta extremos exagerados, que no hay quien se lo crea. Es comprensible para que el espectador tenga claro que la pareja aquí son Rosie-Alex y nadie más, pero me hubiera gustado un poquito más de realismo por este lado, que pusieran a alguna novia que no fuera totalmente insoportable o tonta de remate. Qué pasa, ¿Alex está ciego o qué?

La película también tiene momentos muy bonitos, aunque ya digo que destaca porque se hace amena y ágil, más que por remover los sentimientos, que tampoco lo consigue.

En cuanto al final, previsible pero adecuado, el que todos estábamos esperando, y de todas formas mira que se hace de rogar. Llegó un momento en el que yo ya estaba: "¡Dejad de casaros con otras personas y deciros que os queréis, coño!".

Los imprevistos del amor es una película que me ha sorprendido para bien, fresca y divertida, perfecta para pasar un buen rato.