After dark, Haruki Murakami

Título: After dark
Autor: Haruki Murakami
Editorial: Tusquets editores
Número de páginas: 256
ISBN: 9788483831014
Precio: 17 €
Puntuación: 7

Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico, Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre otra interrupción: la encargada de un «hotel por horas» pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora… pese a que el televisor no está  enchufado.

Este es el segundo libro que leo de Murakami. El primero fue 1Q84 y qué decir, me pareció un horror, me leí los libros 1 y 2 del tirón y al terminar me dio la sensación de que sabía igual o menos que al principio. Vamos, que me quedé con cara de: ¿qué está pasando aquí? 

Corté de raíz con este autor pero hace poco decidí darle otra oportunidad, no sé muy bien por qué, y el libro elegido fue After dark. Tampoco puedo decir que ahora sea una fan incondicional, pero al menos mi relación con él se ha suavizado. 

After dark es un libro más bien rarito. No tiene un argumento definido, en él no encontramos planteamiento, nudo y desenlace, ni un conflicto claro que haya que resolver. Simplemente, se dedica a presentarnos a varios personajes, todos ellos conectados de una u otra forma, y a contarnos parte de sus vidas, todo en el transcurso de una noche.
La principal bien podría ser Mari, una chica que ha perdido el último bus a casa y que se dispone a pasar la noche leyendo en un restaurante. Gran parte de la trama gira en torno a la relación que Mari mantiene con su hermana, Eri. Mari y Eri se han ido alejando con el paso de los años y ahora ella no sabe como hacer para volver a estar unidas. Eri, por su parte, se pasa todo el libro dormida o medio dormida, lo que, para mí, es el reflejo literal de la frase que dice Mari para referirse a ella: "Eri está dormida y no quiere despertar".
También tenemos a Takahashi, un chico que conocía a Eri y a Mari, y que a medida que avanza la noche, empieza a interesarse más y más por esta última.
Sus vidas también se ven mezcladas con la de Kaoru, que lleva un hotel por horas y que esa noche sufre un altercado con una prostituta.

Nuestros personajes se encuentran en un ambiente misterioso, solitario, todos ellos parecen perdidos y necesitan compañía, o al menos, encontrar su lugar en el mundo. Murakami nos describe la noche como algo mágico y paranormal, en el que la vida cotidiana se mezcla con sucesos que no tienen explicación, que se cuelan en la historia y de los que nunca se sabe el por qué.

Por supuesto, las relaciones entre los personajes, los hechos insólitos o sus comportamientos es algo muy subjetivo, que se deja muy a la imaginación del lector y es algo de lo que cada uno puede sacar su propia interpretación, o darle otro significado. Pasa lo mismo con el final, que es bastante abierto y del que cada uno puede sacar sus propias conclusiones o moralejas.

La forma de narrar la historia es algo que me ha sorprendido mucho. El narrador interactua con el lector y le hace ser parte de la trama, le envuelve y le convierte, a su vez, en narrador. Además, se dedica a describirnos las escenas como si fuera un guión de cine, haciendo referencias a si la cámara se aleja o se acerca a la imagen, los detalles de los escenarios o la ropa de los personajes.

Aunque como ya he dicho, es un libro en el que parece no haber un objetivo claro, la trama no se me hizo pesada en ningún momento, es más, lo he leído bastante rápido. Tiene poquitas páginas y está escrito de forma amena.

Para finalizar, After dark es un libro delgado, con una prosa original pero directa y rápida. No tiene un argumento claro y se centra más en los personajes y en los sentimientos, aunque en general, creo que es un libro muy subjetivo que cada uno puede interpretar a su manera.