Reseña: Canto yo y la montaña baila, Irene Solà

Título: Canto yo y la montaña baila 
Autora: Irene Solà
Editorial: Anagrama
Número de páginas: 168
ISBN: 9788433998774
Precio: 16 €
Puntuación: 7,5

Canto yo y la montaña baila es una novela en la que toman la palabra mujeres y hombres, fantasmas y mujeres de agua, nubes y setas, perros y corzos que habitan entre Camprodon y Prats de Molló, en los Pirineos. Una zona de alta montaña y de frontera que, más allá de la leyenda, conserva la memoria de siglos de lucha por la supervivencia, de persecuciones guiadas por la ignorancia y el fanatismo, de guerras fratricidas, pero que encarna también una belleza a la que no le hacen falta muchos adjetivos. Un terreno fértil para liberar la imaginación y el pensamiento, las ganas de hablar y de contar historias. Un lugar, quizás, para empezar de nuevo y encontrar cierta redención.

Tenía unas ganas tremendas de leer este libro porque lo había visto muy recomendado en el canal de Elena G y tenía pinta de ser una lectura muy original. Desde luego, Canto yo y la montaña baila es una propuesta diferente, única, a la que merece la pena darle una oportunidad. 

Para empezar, este librito es bastante corto y de hecho casi se podría considerar como un relato, más que como una novela. Ambientado en los Pirineos, el libro cuenta con diferentes puntos de vista: desde los habitantes de sus granjas y de sus pueblecitos, hasta los propios fantasmas que viven en las montañas, pasando por todo tipo de animales y elementos naturales que también van a tener voz y capítulos propios en este relato: la tierra, la lluvia, las flores, las nubes, los ciervos, etc. 

En conjunto, se va a crear un tapiz de voces muy diferentes que se reúnen para formar una única historia llena de descripciones, de verde, de leyendas y de tradición. 

El mayor atractivo del libro reside sin duda en estos puntos de vista tan originales, y que creo que la autora ha escrito de forma maravillosa. De su mano, los Pirineos cobran vida, se vuelven unas montañas llenas de moradores insospechados, llenas de historia, tradición, magia y misterio. El ambiente de Canto yo y la montaña baila es uno de los mayores puntos fuertes del libro y está muy bien logrado. 

Cuando comencé a leerlo, pensaba que simplemente iba a consistir en una serie de capítulos que nos describían estas montañas, pero que no habría ninguna clase de continuidad o de hilo argumental en esta historia. Bueno, pues me equivocaba. Canto yo y la montaña baila sí tiene un argumento detrás, un hilo conductor que vertebra todo el libro y que hace avanzar al lector. Es decir, no son solamente descripciones de la montaña y de sus habitantes desde puntos de vista a los que no estamos acostumbrados. Hay una trama que no me esperaba y que me ha gustado mucho encontrar, una trama dramática que conecta todos los capítulos y que al final, está llena de sentimiento, lo que ha hecho que este libro me gustara bastante más que si hubiera sido de la otra manera. 

Tampoco puedo contaros mucho más de este libro ya que, debido a lo corto que es, desvelaría demasiado. Creo que lo mejor es ir a ciegas y dejarte sorprender por sus páginas, por la forma en que está narrado, sus personajes y la historia que contiene. Desde luego, esta autora ha sabido crear algo diferente a lo que estamos acostumbrados, un libro que brilla por su originalidad y lo bien escrito que está y yo tengo claro que seguiré probando cosas suyas. 

En resumen: Canto yo y la montaña baila es un libro corto que merece mucho la pena. A mí me ha sorprendido por la calidad de su escritura, por el ambiente legendario que consigue crear y por sus inusuales puntos de vista: las propias montañas hablan en este libro. Lo recomiendo totalmente.