Nuestra señora de París, Victor Hugo

Título: Nuestra señora de París
Autor: Victor Hugo
Editorial: Alianza
Número de páginas:  704
ISBN: 9788420671628
Precio: 11€
Puntuación: 

 -puede contener spoilers-

En el París del siglo XV, con sus sombrías callejuelas pobladas por desheredados de la fortuna y espíritus atormentados, la gitana Esmeralda, que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres, es acusada injustamente de la muerte de su amado y condenada al patíbulo. Agradecido por el apoyo que en otro tiempo recibió de ella, Quasimodo, campanero de Nuestra Señora, de fuerza hercúlea y cuya horrible fealdad esconde un corazón sensible, la salva y le da asilo en la catedral.

Nuestra señora de París es un clásico que llevaba en mi estantería más de un año. Lo compré en un arrebato y después se me quitaron las ganas de leerlo, me entró una pereza terrible.
Hace poco se me renovaron estas ganas -no se por qué- y me dije: venga, voy a leerlo antes de que se me vuelvan a ir y se quede abandonado otro año más. Es un libro que me siento muy orgullosa de haber leído, porque no se hace cuesta abajo precisamente.

Está dividido en once libros con varios capítulos cada uno de diferente extensión, aunque suelen ser más bien cortos, algo que ayuda mucho a continuar leyendo.
El principio de este libro es mortalmente aburrido. Pero tal cual. Los primeros capítulos se hacen eternos, parece que la historia no empieza, que el autor se tira cincuenta páginas para describirnos un ambiente y una situación que te lo podría haber descrito en diez.
Pero si se aguanta el primer tirón, la cosa se pone un poco mejor. Se nos presenta a los personajes que serán los protagonistas de esta historia y como poco a poco sus caminos se van entrecruzando.

El problema de Nuestra señora de París es que tiene un ritmo muy intermitente. La historia en sí no está nada mal: los capítulos que hablan de los personajes y de la historia como tal son entretenidos, enganchan bastante a pesar de que no pasen miles de cosas. La historia se cuece a fuego lento pero la intriga por saber más de los personajes es más que suficiente para continuar con la lectura.

Y luego hay capítulos en los que el autor se dedica a describirnos la catedral de Nuestra Señora, la vista de París o un poco el conexto histórico de la época. Que no digo que esté mal, todo esto es necesario para meternos en la historia, pero es que es demasiado. DEMASIADO. Cincuenta páginas describiéndote toda la historia de París, nombres de edificos y de monumentos uno detrás de otro... insoportable. Corta totalmente la dinámica de la lectura, son como capítulos que hay que pasar para poder volver a lo bueno, que te quitan las ganas de seguir leyendo.

Los personajes son todos maravillosos. No puedo decir mucho de la historia porque realmente no pasa gran cosa hasta bien avanzado el libro, es mejor que lo descubráis por vosotros mismos. Este es un libro de pasiones, en las que los personajes se dejan llevar por sus sentimientos, que son de lo más tormentosos y abrumadores.

Así que sí, es un libro que al final me ha gustado, pero que ha sido muy duro de leer. El ritmo es todo lo contrario a ágil, y hay muchas situaciones o personajes secundarios con los que el autor se enrolla demasiado, lo que dificulta la lectura. 

En resumen: Un clásico con una historia que tarda en despegar pero con unos personajes asombrosos que intrigan al lector y le animan a seguir leyendo. El problema son las largas e interminables descripciones, algunos capítulos de relleno que aportan poco o nada y que se podrían haber acortado bastante para hacer más ágil la lectura.