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martes, 27 de marzo de 2018

¡Me voy de vacaciones!

¡Hola lectores!

Bueno, como ya sabréis se acercan las vacaciones de Semana Santa y escribo esta entrada para decir que el blog estará más inactivo que de costumbre a partir de la semana que viene y calculo que hasta el día 11 o 12 de abril, que es cuando vuelvo.
Estoy muy emocionada porque me voy de viaje con mis padres y con mi hermana nada y más y nada menos que ¡a Japón! Tengo muchísimas ganas porque nunca había ido tan lejos y Japón es un país que me apasiona.

Así que bueno, he dejado algunas entradas programadas para que el blog no esté totalmente inactivo, pero aún así no creo que me de para programar más de una entrada por semana.

Como siempre, nos vemos a la vuelta, espero volver con las pilas cargadas y llena de ideas para el blog. ¡Felices vacaciones a vosotros también!

domingo, 25 de marzo de 2018

Película: Come, reza, ama

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Título: Come reza ama
Director: Ryan Murphy
Guionistas: Ryan Murphy, Elizabeth Gilbert
Género: Drama
Duración: 140 minutos
Puntuación: 8

Tras varios fracasos sentimentales, una mujer decide encontrarse a sí misma a través de un viaje por Italia, la India, Bali e Indonesia. Liz Gilbert tenía todo lo que una mujer puede soñar, un marido, una casa y una brillante carrera, pero se encontraba perdida, confusa, insatisfecha. Una vez divorciada, y tras un periodo de reflexión, decide abandonar su acomodada vida y lo arriesga todo, emprendiendo un viaje alrededor del mundo. 
Probablemente os suene el libro o la película Come reza ama, yo personalmente no tenía ni idea de que existía un libro hasta que me he puesto a escribir esta crítica.

Esta es la historia de Liz, una mujer que está divorciándose de su marido y que, a raíz de otra relación posterior que también sale mal, se da cuenta de que a lo largo de su vida nunca ha estado sola, nunca ha pasado tiempo sin estar empezando o rompiendo con una pareja, y se da cuenta de que eso es algo que tiene que solucionar.
Así que decide dejarlo todo atrás e irse de viaje por el mundo para encontrarse a sí misma, encontrar el equilibrio que hay en ella, porque sólo así podrá encontrar, al final, un amor sano.

Al empezar a ver esta película me esperaba una comedia romántica algo tipicorra, y he de decir que me he llevado una muy buena sorpresa.
Puede que no sea la mejor película del mundo, pero sí que se me ha hecho diferente en este género. Es deliciosa de ver, apela a todos tus sentidos, es capaz de transportarte a la India o a Indonesia a través de preciosas imágenes o hacerte creer que casi puedes oler la pizza que se ve en la pantalla. La fotografía es para deleitarse en ella, te entran unas ganas tremendas de recorrer el mundo.



Además, me gustó mucho el mensaje que busca transmitir. Vale, es cierto que a veces puede parecer un poco de autoayuda, pero sinceramente, me gustó la reflexión que hace sobre el amor y sobre las relaciones humanas.
Está claro que no puedes pretender encontrar el amor y a la persona perfecta si primero no te conoces a ti mismo. Es necesario pasar períodos a solas, encontrarse a uno mismo, digamos abrir todas las puertas del alma.

A pesar de que la película dura unas dos horas y media, no se me hizo larga en absoluto. En cada país que visita a Liz le esperan multitud de aventuras, personas que conocer y lecciones que aprender sobre la vida y sobre sí misma. Como dice el título, aprende a disfrutar de los pequeños placeres, de las comidas, aprende a evadirse y a meditar y, por último aprende a amar de verdad.

Realmente la última parte de la película, en la que conoce al personaje de Javier Bardem fue casi la que menos me interesó. De todas formas no digo que la relación entre ambos esté mal construida o desarrollada, para nada. De hecho, es el escalón que le faltaba a la protagonista para completar su evolución: no tener miedo de volver a enamorarse, aunque pueda fallar.


Come reza ama  me ha parecido una película preciosa de ver, que se hace amena a pesar de su duración, con unos paisajes y unos colores muy bonitos y un mensaje que no se ve tan a menudo en este tipo de películas, pero que me parece muy necesario. 

miércoles, 21 de marzo de 2018

Reseña: Niebla en Tánger

Resultado de imagen de niebla en tangerTítulo: Niebla en Tánger
Autora: Cristina López Barrio
Editorial: Planeta
Número de páginas: 320
ISBN: 9788408178958
Precio: 20 €
Puntuación: 6

El 24 de diciembre de 1951 Paul Dingle desapareció en el puerto de Tánger sin que se llegara a saber qué fue de él. Sesenta y cuatro años después, Flora Gascón sospecha que es el mismo hombre con el que ha tenido una aventura en Madrid y del que se ha enamorado. El nexo entre ellos: Niebla en Tánger, la novela que Paul tenía sobre su mesilla de noche.

Flora viajará hasta esta ciudad mágica y llena de secretos en busca de la autora de la novela, la única que puede decirle quién es en verdad su amante y cómo encontrarlo. Pronto se da cuenta de que es ella misma quien debe escribir el final de la historia, pues en esa aventura también está en juego su identidad; es un viaje al fondo de sí misma.

Bien, no sé muy bien cómo escribir esta reseña porque no quiero eternizarme y que me quede una entrada kilométrica, pero tengo bastantes cosas que decir, así que intentaré resumir lo máximo posible.

Esta autora me encanta desde que leí Tierra de brumas y me enamoré. He leído 2 libros suyos más que no están reseñados y que, aunque me gustaron, no llegaron a la altura del primero. Cuando me enteré de que había publicado Niebla en Tánger me emocioné, pero ajusté mis expectativas para que no me pasara lo mismo: vale, lo iba a disfrutar, iba a estar bien, pero no iba a ser como Tierra de brumas porque es algo imposible. Y una vez mentalizada, fui a ello. No es que no me haya gustado, pero, a pesar de todo, sí que tendría que decir que me ha decepcionado en algunos aspectos.

En primer lugar, y yo admito que esto es algo más bien personal, me dolió mucho que la autora decidiera cambiar la forma de escribir que usaba en sus anteriores novelas y utilizara otro registro. Cristina López tenía una pluma muy particular, única, no a gusto de todo el mundo y podía pecar de caótica, pero a mí me transportaba. No quiero decir que Niebla en Tánger esté mal escrito, para nada. La escritura es correctísima, muy cuidada y trabajada, muy pulcra. Pero no me evocaba lo mismo, me gustaba la sensación que tenía antes de que las palabras habían quedado en el papel tal cuál salían de la cabeza de la autora. 
A lo largo de todo el libro eché de menos esa pluma, y no podía evitar pensar que habría ganado mucho -para mí, claro está- si hubiera estado escrito como antes.

Pero vayamos a la historia en sí. ¿De qué va Niebla en Tánger? Vale, es un poco lioso porque es un libro que abarca muchos temas. Tenemos a nuestra protagonista, Flora, una mujer cansada de su vida y de su matrimonio, que no es feliz, que necesita una excusa para escapar. La excusa se la proporciona Paul Dingle, con quien se acuesta en una noche loca. Después de eso, Paul desaparece misteriosamente y Flora, que tiene claro que esto tiene algo que ver con el libro que estaba leyendo aquella noche, Niebla en Tánger, decide ponerse a investigar y para ello se marcha a Tánger a conocer a la autora del libro, para ver si le puede arrojar un poco de luz sobre el asunto.

El arte, si es verdadero, toma la vida como materia bruta, la recrea, la inventa, la imagina, la sueña, dice Wilde. 

El artista ha de crear la vida, no copiarla. 



Sí, dicho así no tiene mucho sentido y parece un poco loco que Flora se marche a Tánger de la noche a la mañana en busca de un amante perdido al que conoce de una sola noche. Pero bueno, esto es una mera excusa y una vez que ya estamos en Tánger se puede olvidar la forma un tanto surrealista en la que comenzó todo.

El libro alterna los capítulos de Flora y los capítulos del propio libro, Niebla en Tánger, narrados por su protagonista: Marina Ivannova. Vamos, una historia dentro de una historia. Así se dibuja una trama con tintes detectivescos, con elementos fantásticos y hasta un poco de mitología, con secretos e intrigas del pasado y con la evolución personal que sufre Flora. Además, se habla mucho de literatura y hay bastantes referencias a autores como Wilde o historias como Las mil y una noches. 

Vamos, que temas no le faltan, y ninguno está mal tratado. Pero, al final, ha sido un libro que me ha dejado más indiferente de lo que pensaba. Creo que, en parte, al abarcar tantas cosas, como que ninguno de los elementos me ha llegado a calar. 

Por ejemplo, esperaba que se profundizara más en el personaje de Flora y tuviera más arco su evolución, que es cierto que la tiene, pero al final no tiene tanto peso en la trama y todo ocurre prácticamente al final. Esperaba más desarrollo. El personaje de Paul Dingle me fue completamente indiferente. El misterio final, no estuvo mal pero tampoco es que fuera el giro más asombroso del mundo. En fin, que al final como que esperaba más en algunos sentidos, y aunque es un libro que se disfruta, se lee muy rápido y entretiene, a la hora de la verdad tampoco me ha dicho nada.

La ambientación es algo que sí quiero destacar. Se nota que la autora conoce Tánger de primera mano porque está muy bien recreado. De hecho, me han entrado unas ganas tremendas de visitar la ciudad, con sus casas blancas, su costa, sus mercados, sus tradiciones y sus gatos callejeros. 

Niebla en Tánger  ha sido una lectura original, con multitud de temas y toques fantásticos y hasta detectivescos y una ambientación exótica, pero que al final no ha sido todo lo que esperaba.   

domingo, 18 de marzo de 2018

¡Book tag FEMINISTA!


¡Hola lectores!
Hacía ya bastante tiempo que no hacía un book-tag en el blog. Quería traer algo diferente -hasta me planteé inventarme uno- y entonces descubrí en youtube el Book tag feminista. Hay bastantes variantes, pero sin duda este fue el que más me gustó y las preguntas las he cogido de ahí. ¡Allá vamos! 



El baile de las luciérnagas, de Kristin Hannah. Este libro narra la amistad entre Tully y Kate a lo largo de los años, pasando por la adolescencia, la juventud y la vida adulta. Es un libro recomendadísimo, con unos personajes asombrosos y  bien cargado de drama, como a mí me gusta. 



El color púrpura, Alice Walker. Este libro es una denuncia contra el machismo y el racismo, y narra una historia muy dura. Además, también podría encajar en la primera categoría porque nos muestra la amistad y el compañerismo entre mujeres. 

De todos los libros sin romance que podría haber escogido, me decidí por The good people, de Hannah Kent, porque tenemos a tres mujeres como protagonistas y el amor no aparece por ninguna parte, cosa que no es tan fácil de encontrar. Además, la ambientación es simplemente maravillosa. 


Sarene, de Elantris de Brandon Sanderson, es sin duda un personaje con muchísima fuerza y características de líder. Además, en una corte dominada por hombres donde las mujeres valen más bien poco, ella consigue abrirse paso y tomar parte en los entramados políticos de este reino. 


Tampoco considero que la autora de Siempre hemos vivido en el castillo -Shirley Jackson- precisamente quisiera ir en contra de los estereotipos femeninos, pero la verdad es que su protagonista, Merricat, se sale mucho de lo establecido y resulta un personaje asombroso, fuera de cualquier esquema.

La verdad es que me ha costado sudor y esfuerzo rellenar esta categoría, porque tampoco quería tirar a lo fácil y decir Peeta y Katniss, que ya todos conocemos ese ejemplo. Tampoco podría decirse que Diego, el protagonista masculino, dependa totalmente de Bárbara, sino que el uno depende del otro, en los dos sentidos. Desde que son bebés se forma entre ellos un vínculo irrompible y desde entonces se necesitan mutuamente.



Después de leer Bad feminist, de Roxane Gay, me he quedado con ganas de leer algún ensayo más que hable sobre el feminismo y la verdad es que Feminismo para principiantes, de Nuria Varela, parece perfecto para continuar. 

miércoles, 14 de marzo de 2018

Reseña: Cuchillo de agua, Paolo Bacigalupi

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Título: Cuchillo de agua
Autor: Paolo Bacigalupi 
Editorial: Fantascy
Número de páginas: 544
ISBN: 9788415831914
Precio: 22 €
Puntuación: 7,5

En un futuro no muy lejano, tras siglos de sobreexplotación, el río Colorado se está secando. La catástrofe obliga a miles de ciudadanos a emigrar a zonas más fértiles de Estados Unidos, pero los estados deciden construir barreras para impedir la marea de refugiados que se les viene encima.

A medida que la sequía se extiende y se prolonga, el campo y las ciudades se convierten en páramos sin ley, presas de especuladores que empiezan a comerciar con la desesperación de los seres humanos.

En medio de esta desalmada guerra por el agua, el mercenario Ángel Velázquez está al servicio de un poderoso cártel que busca nuevos acuíferos. Siguiendo su cometido se cruza con la curtida periodista Lucy Monroe, quien conoce de primera mano el peligro de saber demasiado, y con la joven María, hija de un emigrante mexicano que sueña con escaparse al norte, donde dicen que la tierra sigue poblada de lagos y aún cae agua del cielo.

Esta es la segunda vez que pruebo con el señor Bacigalupi después de haberme atrevido a leer su complicada novela La chica mecánica, que, aunque no se puede negar su calidad en todos los niveles, realmente no disfruté durante una buena parte por estar totalmente perdida. 

Cuchillo de agua sigue un poco el mismo estilo, que ya es tradicional en este autor: un futuro desolado, se podría decir que post-apocalíptico, en el que el cambio climático ha hecho estragos y se ha llevado todo por delante, y que precisamente por esa razón resulta terriblemente cercano, real. 
Esta vez nos situamos en Estados Unidos, aunque queda poco del país tal y como lo conocemos hoy en día. Gran parte del planeta sufre una sequía importante, que no tiene pinta de desaparecer y que ya dura años y años. Los ríos y las reservas de agua se secan a un nivel alarmante, y todos los Estados están en guerra los unos con los otros por controlar las pocas reservas que quedan

Como ya es costumbre, el autor nos suelta en medio de esta sociedad futurista, llena de matices y complejidades y profundamente trabajada sin darnos ninguna explicación. A través de conversaciones, de monólogos internos de personajes y de menciones de pasada, el lector tiene que ir construyéndose la imagen de este mundo en su cabeza, poco a poco, con cuentagotas, hasta obtener una visión completa del cuadro -cosa que no pasa hasta bien avanzado el libro -. Sólo necesité leer el primer capítulo para saber que los tiros iban a ir por el mismo sitio que con La chica mecánica, así que en vez de estresarme por no entender nada, me resigné a ello y decidí disfrutar de la historia.

Precisamente este es el viaje que nos ofrece Cuchillo de agua: ir descubriendo los entramados de este mundo crudo, donde cada uno mira por sí mismo, donde cada vez más ciudades colapsan y se expanden las zonas desérticas, donde los ricos y la mafia controlan los derechos sobre el agua y deciden quién bebe y quién no. En esta historia no hay lugar para las cosas bonitas. Se nos ofrece una realidad egoísta donde, o pisoteas a los demás, o te pisotean a ti. Al autor se le da de maravilla crear historias duras, en las que no hay ni rastro de esperanza ni bondad. Cada uno mira por sí mismo. 

La forma de escribir del autor va acorde con la realidad que describe: sin adornos ni florituras ni frases poéticas, no hay nada "bonito" en ella. Si Bacigalupi tiene que cagarse en todo, lo hace. Si tiene que decir que alguien se vomita encima, lo dice. Si tiene que describir torturas, matanzas, tiroteos, violaciones... lo hace. Sin pelos en la lengua. Sin anestesia

Los personajes no se quedan atrás. 
Tenemos a Angel Velasquez, un "cuchillo de agua", algo así como un mercenario al servicio de Catherine Case, una de las mujeres más poderosas de Estados Unidos. Angel es el encargado de hacer el trabajo sucio y, a cambio, puede vivir en un complejo donde hay abundante agua, construido únicamente para los que tienen dinero o contactos. 
Luego está Lucy Monroe, una periodista que vive en Phoenix, una ciudad a punto del colapso, que tiene una elevada moralidad y que no duda en escribir sobre los crímenes más terribles. 
Y por último, Maria, que sería lo más bajo de la cadena social, alguien que vive al día y que tiene que luchar para conseguir unos tragos de agua. 

Bacigalupi no solo crea mundos trabajadísimos, sino que no deja de lado los personajes. Aunque sirven para dar una visión completa de este futuro, no están hechos de cartón piedra, ni mucho menos. Da gusto encontrarse con novelas así de redondas, que no descuidan ningún aspecto ni cojean de nada. Mi admiración eterna para este señor, que te puede gustar más o menos, pero no se puede negar que sus historias son la crème de la crème. 

Cuchillo de agua es una novela de ciencia ficción cercana, ambientada en un futuro devastador, sin agua, desolado y cruel. Cuesta adentrarse en ella porque el autor no se molesta en hacer la lectura fácil, pero el esfuerzo sin duda se ve recompensado. 

domingo, 11 de marzo de 2018

Película: Lady Bird

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Título: Lady Bird
Director: Greta Gerwig
Guionistas: Greta Gerwig
Género: Comedia
Duración: 94 minutos
Puntuación: 7

Una joven estudiante que se hace llamar Lady Bird se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre.
Creo que el problema que ha tenido esta película es la cantidad de hype que ha habido en torno a ella. Que si la revelación del año, que si un peliculón, que si no se qué... A ver, seamos francos. La película es buena - al menos a mí me lo pareció - pero tampoco es la octava maravilla del mundo.

Como dice la sinopsis, Lady Bird cuenta la historia de una adolescente que se da ese nombre a sí misma y que, básicamente, tiene los típicos problemas de cualquier adolescente en su último año de insituto. Así que sí, esta es una película sobre dramas adolescentes, y como tal, no faltan en ella temas como el amor romántico, la primera vez, el baile del instituto, las preocupaciones que trae consigo la universidad... os suena, ¿no? Sin embargo, tal vez al leer todo esto estéis a punto de descartarla. Tampoco hay que precipitarse, porque es cierto que Lady Bird es una película sobre adolescentes, pero bien hecha.

Lo principal es la relación entre Lady Bird y su madre, tormentosa, llena de gritos y de contradicciones, pero también de grandes actos de amor, como no podía ser de otra forma. En mi opinión, han hecho un gran trabajo a la hora de retratar esto, porque es un tema que no se toca en profundidad tan a menudo, y es que no es nada fácil hacerlo. Las relaciones entre madres e hijas durante la adolescencia rara vez son fáciles.

Lady Bird, personaje interpretado por Saoirse Ronan, actriz que me encanta, me ha parecido muy auténtica. No quiero decir que me haya caído bien todo el rato ni que justifique todas sus decisiones, pero me he sentido identificada a menudo con ella y he comprendido todos sus anhelos, sus frustraciones y sus errores. Lady Bird se encuentra en esa fase de rebeldía, de renegar de todo lo que tiene -incluso de su nombre-, de no encontrar su lugar en el mundo. Mi aplauso para este personaje, que lleva el peso de toda la película y que ha hecho un gran trabajo.

Así que, yendo a lo importante: ¿es tan buena como dicen? Probablemente no. Pero eso no quiere decir que sea mala. Tiene una trama sencilla y ya vista, pero bien narrada, sin caer en tópicos ni tonterías, que a mí personalmente me tocó la fibra sensible en alguna ocasión.


Lady Bird  es un fiel reflejo de la adolescencia, con las relaciones familiares, la búsqueda de uno mismo y los dramatismos a veces exagerados, y con una evolución de la protagonista que me ha encantado. 
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martes, 6 de marzo de 2018

TTLG #23: Mi (corta) experiencia con la literatura asiática



¡Hola lectores! 

Como habréis deducido por el título de la entrada, hoy vengo a hablaros de literatura asiática, u oriental -no se muy bien cuál es el término correcto e Internet no termina de aclarármelo-.
Me gustaría poder hacer una entrada tipo Cómo empezar a leer literatura oriental pero la verdad es que no tengo tanta experiencia para eso, así que simplemente voy a hablaros de los libros que he leído yo, tanto los que me han gustado como los que no, y los que espero leer este 2018.

En primer lugar, hablemos del archiconocido Haruki Murakami, uno de los escritores japoneses modernos con más éxito. Tanto Murakami por aquí Murakami por allá, era inevitable que terminara leyendo su obra. No tenía ni idea y se me ocurrió la maravillosa idea de empezar leyendo la trilogía -¿o es saga?- de 1Q84. Mala elección. Si queréis empezar con Murakami, yo no recomendaría este libro para un primer contacto.
Me leí el 1 y el 2 seguidos y a día de hoy sigo diciendo que no entendí ni papa de lo que estaba pasando, que todavía no me he enterado de qué narices va la historia, y eso tiene mérito después de meterme casi 700 páginas. Además, creo que fue el primer libro japonés que leí, y claro, no estaba acostumbrada al estilo, ni a la forma de ser de los personajes, ni a las costumbres ni a la prosa ni a nada. Eso influyó, desde luego.


Dejé apartado a Murakami durante un tiempo hasta que reuní fuerzas para darle otra oportunidad. Esta vez me informé un poco mejor y creo que escogí dos títulos más acertados: Tokio blues y After dark. Estas lecturas hicieron que me reconciliara un poco con el autor. Un poco. He llegado a la conclusión de que Murakami no es para mí. Ya no es que sus otras obras me parecieran demasiado psicodélicas o no me enterara de nada. Me entretuvieron, me gustó el estilo, pero simplemente no despertaron en mí ni un solo sentimiento. Nada. Me dejaron totalmente indiferente, igual que antes de haberlos leído, y eso que Tokio blues trata temas muy profundos como la soledad y la muerte, pero es que a mí no me transmitió nada.

Tardé un poco en volver a la literatura japonesa, pero finalmente me animé con Las hermanas Makioka, de Junichiro Tanizaki, un autor que es todo un clásico. Elegir una saga familiar fue una grandísima idea porque me gustó mucho este libro, además de que pude entrar en contacto con algunas de las tradiciones y costumbres japonesas de aquella época, y el choque con la mentalidad occidental.

Ese mismo año leí La vegetariana, de Han Kang, una autora coreana. No os voy a mentir, es una lectura rara cuanto menos. Muy intimista y profunda, realmente la disfruté tanto por los análisis de la obra que había leído previamente.


También quería mencionar dos autores que conocía de antes: Amy Tan, estadounidense pero hija de inmigrantes chinos, reflexiona a menudo sobre la diferencia de culturas y el choque entre generaciones, así como un tema que me encanta: la relación entre madres e hijas. Mi favorito es sin duda El valle del asombro, pero cualquier título suyo es digno de ser leído. 

Por otro lado, en la literatura de Oriente Próximo tenemos  Khaled Hosseini, nacido en Afganistán. Sus tres libros son maravillosos: Cometas en el cielo, Mil soles espléndidos, Y las montañas hablaron. Sus obras son perfectas para enterarse un poco de la historia y la situación de este país, algo de lo que yo apenas sabía nada hasta leerlos.

Como veis, tampoco es que haya leído tanta literatura oriental, aunque lo mismo me estoy dejando algún título más en el tintero. Sin embargo, es una costumbre que no quiero perder y pienso seguir informándome y conociendo nuevos autores. Ahora mismo estoy leyendo Máscaras femeninas, de Fumiko Enchi, y este año quiero leer por lo menos un par de títulos más: Los amores de Nishino, de Hiromi Kawakami y La belleza es una herida, de Eka Kurniawan.

¿Y vosotros? 

¿Habéis leído literatura asiática/oriental? 

¡Contadme!


sábado, 3 de marzo de 2018

Reseña: Más allá del invierno

Imagen relacionadaTítulo: Más allá del invierno
Autora: Isabel Allende
Editorial: Plaza & Janes Editoriales
Número de páginas: 352
ISBN: 9788401019760
Precio: 22 €
Puntuación: 8

Isabel Allende parte de la célebre cita de Albert Camus -«en medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible»- para urdir una trama que presenta la geografía humana de unos personajes propios de la América de hoy que se hallan «en el más profundo invierno de sus vidas»: una chilena, una joven guatemalteca ilegal y un maduro norteamericano. Los tres sobreviven a un terrible temporal de nieve que cae en pleno invierno sobre Nueva York y acaban aprendiendo que más allá del invierno hay sitio para el amor inesperado y para el verano invencible que siempre ofrece la vida cuando menos se espera.

Tenía ganas de volver a leer a Isabel Allende después de lo mucho que disfruté con El amante japonés, una de sus últimas publicaciones. Después de terminar Más allá del invierno, puedo decir que, para mí, esta es una de esas autoras que no decepcionan, una apuesta segura

Más allá del invierno es una historia de personajes, de eso no hay duda. 
Lucía es una mujer originaria de Chile con sus sesenta años bien cumplidos que se ha trasladado a Nueva York porque le salió un trabajo en la universidad. Esta señora, a pesar de tener edad casi para ser abuela, no ha perdido ni un ápice de la vitalidad del pasado y sueña con echarle un poco de sal a su vida, aventura, vidilla y, a ser posible, amor. Es muy consciente de que ya no tiene las mismas oportunidades que en la juventud, pero no ha renunciado a volver a enamorarse.  

Luego está Richard, todo lo contrario a Lucía. En verdad, él es su casero, vive en el piso de arriba y está atrapado en la rutina que él mismo se viene imponiendo desde hace varios años. Richard se queda anclado en su zona de confort, sin atreverse a salir, sin arriesgarse, alejándose de todo lo que pueda suponer una alteración para su tranquila vida. Sus propias reglas le aprisionan. 

Por último tenemos a Evelyn, una joven procedente de Guatemala, tartamuda, tímida, insegura de sí misma y con un montón de traumas del pasado. Lo que no le haya pasado a esta chica no le ha pasado a nadie. 

En verdad sabía muy poco de ella y menos de sí mismo, pero nada de eso importaba si ella correspondiera su amor; en ese caso tendrían el resto de la vida para descubrirse mutuamente, para crecer y envejecer juntos. 




Las vidas de estos tres personajes se van a entrelazar en una aventura más bien rocambolesca. La trama es un tanto surrealista, un poco loca, pero no importa porque es una mera excusa para que los personajes se conozcan, se acerquen los unos a los otros, conozcamos sus pasados, sus miedos y sus ilusiones. Ellos mismos aprenderán todavía una o dos lecciones sobre la vida gracias a esta fantástica aventura. 
Ya venía avisada de que Isabel Allende había dejado de lado el realismo mágico en algunas de sus últimas novelas. Tengo que decir que, aunque me encanta ese género, no es algo que me haya molestado lo más mínimo. La historia no lo necesita. Se lee muy rápidamente, engancha desde el principio, es ágil y fresca sin resultar superficial. Y, con ese ambiente invernal, perfecta para leer en los días más fríos. 

Este es un libro que tiene mucho, pero mucho drama. Todos los pasados de los protagonistas son trágicos, incluso un poco truculentos. Se narran hechos muy duros. Aún así, el libro me ha transmitido un aire de positivismo todo el rato, y también cuenta con varias pinceladas de humor. A Isabel Allende le va el drama, pero no se recrea en él, no te hunde en la miseria. Te lo cuenta como algo natural y, sobre todo a través del personaje de Lucía, se lo toma con filosofía. Toca a menudo el tema de hacer las paces con el pasado, aceptar los errores y seguir adelante

Otro tema que aborda en Más allá del invierno y que también estaba presente en El amante japonés es el tema de la vejez, y es que se le da de maravilla. Con su escritura reflexiona sobre hacerse viejo y nos hace ver que las personas mayores no están condenadas a una vida gris y vacía, ni mucho menos. De hecho, el amor durante la vejez es un tema que le encanta y realmente lo borda. 

Más allá del invierno  es una novela ligera, que se lee sin apenas darse cuenta. Se centra en los tres personajes principales, sus pasados y sus perspectivas de futuro y reflexiona con humor sobre los errores del pasado o la vejez.